Tuve yo la suerte de tener relación con dos personas, uno era Manuel Gamio y el otro Angel María Garibay. Gamio, a quien se considera iniciador de la moderna antropología en México, era tío mío, de tal manera que desde niño fui con él a diversos lugares, sobre todo, a Teotihuacan. Él había excavado ahí el Templo de Quetzalcóatl. Él nos explicaba, nos hablaba de las excavaciones arqueológicas, de lo que había hecho, y eso desde niño a mi me influyó mucho. Años adelante yo estaba estudiando. Por casualidad cayeron en mis manos algunas traducciones de las que Ángel María Garibay había hecho de poesía náhuatl. Yo leí las traducciones de Garibay. Yo le escribía a Gamio, que estaba en México, y le dije [que] yo quisiera conocer a Garibay. Cuando yo ya regresé con mi maestría terminada, él me dijo: "yo te lo voy a presentar." Conocí así a Garibay. Lo fui a ver. Y me preguntó él: "¿Ustéd sabe la lengua náhuatl?" Yo le dije: "no, no sé." Me dijo: "Es necesarísima! ¿Cómo va usted a estudiar estas cosas sin saber la lengua náhuatl? Yo le puedo ayudar a usted, pero si veo que en pocos días no aprende nada, ya no venga a quitarme el tiempo." Bueno, yo lo comencé a ver a fines de 1953 y lo seguí viendo todas las semanas un par de veces, hasta que se murió en 1967. Así fue como me acerqué a esta especialidad, al campo de la cultura náhuatl, sobre todo al pensamiento, a la literatura, incluso a la lengua, a la filología.
Mesoamérica
En el campo de las culturas mesoamericanas, me interesa mucho su visión del mundo, su pensamiento, su literatura. En esto he procurado acercarme siempre acudiendo a las fuentes primarias. En realidad, dentro del campo de Mesoamérica me ha interesado lo náhuatl, la región central y en menor grado, pero también mucho, lo Maya. En el náhuatl he hecho la filosofía náhuatl. Al principio por parte de algunas personas era casi un objeto de risa el decir que los indios tenían un pensamiento estructural. Fijense que estoy hablando de hace más de cuarenta años, ¿no? Otros trabajos fueron por ejemplo buscar la visión del otro. Yo me fijé comenzando por el punto de vista de los mesoamericanos acerca de la Conquista, fue la visión de los vencidos, el reverso de la Conquista. Tenemos muchos textos, imágenes de códices que nos permiten buscar esta perspectiva. Ese libro fue LA VISION DE LOS VENCIDOS. También dentro de Mesoamérica me he fijado en la cultura maya. Tengo ese libro TIEMPO Y REALIDAD EN EL PENSAMIENTO MAYA. Para mi es muy importante establecer estas correlaciones porque si encontramos grandes semejanzas en dos áreas o subareas culturales dentro de Mesoamérica, ello refuerza la autenticidad de esto que estamos conociendo como su visión del mundo. Por ejemplo, algo más para dar un ejemplo, la primera página del Códice Fejérváry-Mayer que yo rebautice con el nombre de TONALAMATL DE LOS POCHTECAS o EL LIBRO DE LOS DESTINOS DE LOS MERCADERES, encontramos una visión del mundo muy semejante [a la de] las páginas setenta y cinco y setenta y seis del Códice Tro-Cortesiano de Madrid. Ahí tenemos la visión espacial con los rumbos cósmicos, con el árbol central, con los dioses que presiden cada uno de los cuadrantes. Y creo que es un argumento realmente para que nos diera a conocer más profundamente y con más seguridad lo que le llamamos la civilización mesoamericana.
La palabra
Actualmente me interesa mucho la relación que existe entre los textos que se transcribieron en el Siglo XVI que pasaron a lo que dice Garibay "la luminosa visión del alfabeto," y la realidad prehispánica y también los códices (que son pocos pero los conocemos) y finalmente con la relación de los hallazgos arqueológicos. Ahí me pregunto ¿si el destino de la palabra fue desaparecer como hubieran querido muchos que la querían borrar por ser algo idolátrico o fue salvarse como querían los sabios indígenas sobrevivientes, como quería por ejemplo Don Carlos Ometochtzin, el nieto de Nezahualcóyotl, hijo de Nezahualpilli, que conservaba ahí códices? ¿Por qué hubo frailes que con sentido humanista se interesaron finalmente por la palabra indígena, por ejemplo Fray Bernardino de Sahagún (que realmente es el padre de la metodología de la investigación antropológica) admira finalmente la semibiblia indígena? Yo he encontrado muchas relaciones. Por ejemplo, tenemos en todo lo que concierne a la festividad del fuego nuevo. Tenemos [en] el Códice Borbónico una página que nos muestra toda la ceremonia, ¿no? Tenemos textos en náhuatl que están incluidos en el Códice Florentino que recogió Fray Bernardino de Sahagún que parecen una lectura detallada. Yo podía citar muchos en que encontramos la correlación entre el códice prehispánico y el texto basado en el alfabeto.
Baja California
Me interesa Baja California, aunque siento que aquí hay nacionalismo en esta parte, pero ¿que vamos hacer si somos los mortales? Cuando yo era niño, la maestra en la clase--yo estaba en primaria--dijo que la Baja California pertenecía a Estados Unidos. Y yo dije que no, que pertenecía a México. Ella me sacó de la clase por decir eso. Parecía que era un niño insubordinado y grosero. Yo pregunté en mi casa cuando llegué y naturalmente me dijeron que si pertenecía a México. Cuando yo era Director del Instituto de Investigaciones Históricas en la UNAM, fui invitado a Baja California. Después yo quise fundar un centro con la Universidad Autónoma de Baja California en Tijuana que se llamó Centro de Investigaciones Históricas UNAM-UABC. Ya un cuerpo de investigadores han publicado varias cosas. Yo en lo personal he sacado unos tres o cuatro trabajos sobre Baja California, uno que se llama CARTOGRAFIA Y CRONICAS DE LA ANTIGUA CALIFORNIA. Es un libro tipográficamente muy bonito. Es como una especie de historia, una saga de como se va formando la imagen de California en la cartografía universal, todo esto siguiendo todos los viajes de exploraciones, son interesantísimos como si fueran novelas. Ahora mismo, estoy trabajando con un libro no muy grande y [en el] que publico las primeras cuatro cartas que escribió el Jesuita Juan María de Salvatierra cuando desembarco en Loreto hace justamente tres siglos.